El mantenimiento y las emergencias de vehículos requieren un gato para coches, una herramienta utilizada para levantar los coches del suelo para realizar tareas como cambiar neumáticos, cambiar aceite y reparaciones. Se puede clasificar en varios tipos, como los gatos hidráulicos que levantan utilizando la presión del fluido, los gatos mecánicos como los de tijera y los de tipo tornillo que necesitan fuerza manual, y los gatos eléctricos que son motorizados. Cada tipo tiene beneficios únicos en cuanto a capacidad de elevación, facilidad de uso y portabilidad. Una base estable y mecanismos de seguridad como cerraduras ayudan a prevenir accidentes durante la operación, manteniendo la efectividad y seguridad mientras se utiliza la herramienta.